Fiesta de la Misericordia

image.phpJesús manifestó a Sor Faustina su deseo de que el domingo siguiente al Domingo de Pascua de Resurrección fuera proclamado como el día de la «Fiesta de la Misericordia». Jesús dijo a Sor Faustina: «(…) Esta fiesta ha salido de las entrañas de Mi misericordia y está confirmada en el abismo de Mis gracias» (Diario, 420). «(…) Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y, especialmente, para los pobres pecadores» (Diario, 699). En otra oportunidad dijo: «(…) quien se acerque ese día a la Fuente de Vida, (se refiere a recibir la Santa Comunión) recibirá el perdón total de las culpas y de las penas» (Diario, 300), y «(…) En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata» (Diario, 699).

Para recibir estos grandes dones hay que cumplir con las condiciones de la devoción a la Divina Misericordia: confiar en Dios, ser misericordiosos con nuestro prójimo, estar en estado de gracia santificante (habernos confesado) y recibir la Santa Comunión.

Jesús agregó: «(…) No encontrará alma ninguna la justificación hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia y por eso el primer domingo después de Pascua ha de ser la Fiesta de la Misericordia. Ese día los sacerdotes han de hablar a las almas sobre Mi Misericordia infinita» (Diario, 570).

También indicó: «(…) por eso quiero que la imagen sea bendecida solemnemente el primer domingo después de Pascua y que se la venere públicamente para que cada alma pueda saber de ella» (Diario, 341).